Desde que SUPERNOVA, uno de los discos más celebrados en español de los últimos años, irrumpió en la escena musical hace un año, Ralphie Choo ha vivido una transformación que lo ha llevado a consolidarse como uno de los artistas más innovadores de su generación. Su música, un delicado balance entre lo experimental y lo accesible, ha resonado con públicos de todas las edades, mientras él sigue desafiando convenciones y cumpliendo sueños, como el de colaborar con Rosalía en ‘OMEGA’, que forma parte de nuestro listado de Las 50 mejores canciones de 2024.
En esta entrevista, Ralphie reflexiona sobre el impacto de SUPERNOVA y los sueños que sigue persiguiendo. Con la ilusión como su motor creativo, comparte detalles sobre su trabajo con Rosalía, el proceso detrás de su próximo álbum y la evolución que ha experimentado tanto en el escenario como en el estudio. Una conversación que revela su lado más humano, lleno de anécdotas, aprendizajes y esa chispa de emoción que lo ha llevado a conquistar nuevos horizontes.
SUPERNOVA cumplió un año en septiembre, ¿cuánto y de qué manera dirías que ha cambiado tu vida?
Por completo. Ha sido un año lleno de viajes, aventuras, nuevos amigos y mucho crecimiento personal. También ha estado repleto de alegrías, así que estoy muy agradecido.
Ahora que has tenido la oportunidad de llevar el disco a varios escenarios y ver la reacción en vivo, ¿cómo ha cambiado o evolucionado tu percepción del álbum?
Antes de que saliera SUPERNOVA, ya llevábamos un año tocando las canciones del disco, pero nadie las conocía. Ahora escucho a la gente cantarlas y eso es increíble. Mi percepción no ha cambiado, pero me siento orgulloso de que este pedacito de corazón esté resonando con la gente.
En tu música caminas una línea entre lo experimental y lo accesible. ¿Es complicado encontrar ese equilibrio?
Busco que mi música sea comprensible para todos, desde un niño hasta una persona mayor. Hacer canciones que lleguen a todo el mundo es más difícil que hacer música experimental, pero disfruto mezclar ambos mundos, creando algo fresco y único.
¿Dirías que es un sonido nuevo?
Sí, es como una reinterpretación. Recojo todo lo que me ha inspirado a lo largo de mi vida, lo mezclo y juego con los elementos. Es un proceso de experimentación y diversión.
Mencionaste que el proceso de SUPERNOVA fue un “desahogo, dejar de ser un músico serio”. ¿Qué tan liberador fue romper esas estructuras?
Muy liberador. Hay cosas que me inspiran, como la cultura del trap y artistas como Yung Beef, que simplemente fluyen con la música. Quería respetar ese plano de espontaneidad.
En TOTAL90NOSTALGIA, canción que has admitido que es muy significativa para ti, hablas de tu sueño de niño de una manera muy inocente. ¿Ha cobrado un significado más importante ahora que estás cumpliendo esos sueños?
El significado sigue siendo el mismo, pero con el tiempo adquiere más peso. Recuerdo momentos especiales, como estar en Los Ángeles viendo el atardecer en Santa Mónica con amigos. Esas experiencias me emocionan profundamente y me hacen reflexionar sobre lo lejos que he llegado.
Muchos artistas se están inspirando en ti. ¿Qué significa para ti ser una influencia?
Es una labor bonita. Creo que parte de nuestro trabajo es transmitir algo a las nuevas generaciones, dejar una herencia cultural y emocional.
He visto videos de tus conciertos. Se nota que has evolucionado mucho en el escenario. ¿Cómo sientes que has crecido en ese aspecto?
Al principio daba miedo, pero poco a poco he ganado confianza. Ahora pienso en mis shows como si estuviera en mi habitación, con el público como espectadores detrás de un cristal. Me ayuda a no sobrepensar y a experimentar sin miedo. Aunque todavía hay mucho por aprender, quizá incluso pole dance, ¿quién sabe? (risas).
En el pasado mencionaste que te veías más como productor que como cantante. ¿Has encontrado un mejor balance?
Mi intención es hacer canciones pop que funcionen en cualquier formato: con guitarra, sintetizadores o incluso a capella. Busco melodías y letras que se queden en la cabeza, como Limón y sal de Julieta Venegas.
¿Dirías que estás volteando el proceso de creación? ¿Primero voz y luego producción?
Quería hacerlo así, pero no puedo evitar pensar en los arreglos y en cómo quiero que suene todo. Es un proceso simultáneo, pero disfruto crear demos y luego darle forma al guion final.
El proceso de SUPERNOVA fue mucho con Drummie. ¿Sigues trabajando con él para el nuevo disco?
Sí, Drummie es clave para aterrizar mis ideas. Es quien me dice: “estás flipando” y me ayuda a simplificar las cosas. Tiene una perspectiva muy clara, influenciada por su amor por el hip-hop y su conocimiento profundo de la música.
También has hablado mucho de Rusowsky y de cómo ve la música de una manera diferente. ¿Cómo describirías esa visión?
Rusowsky está muy conectado con el lado emocional de la música. Es como si pudiera ver esa capa invisible de sentimientos y sintetizarla en sus canciones de una manera única.
Rosalia ha sido una de tus grandes influencias y ahora trabajaron juntos. ¿Cómo fue la experiencia?
Fue increíble. Es encantadora y todo fluyó de manera muy natural. Espero poder colaborar con ella nuevamente, porque su profesionalismo y su energía son inspiradores.
¿Cómo surgió la colaboración?
Después de que compartió mi música, le escribí para agradecerle. Seguimos hablando, le envié canciones y cuando una le gustó, me invitó a Los Ángeles para trabajar juntos. Fue un sueño hecho realidad.
¿Sientes presión por este segundo álbum después del éxito de SUPERNOVA?
Siempre habrá presión, pero ahora me siento empoderado. Tengo claras las ideas para lo próximo y muchas ganas de ejecutarlas.
¿En qué etapa del proceso estás?
En la etapa de los sueños, con maquetas y un guion bastante definido. La verdad es que es el momento de las mil oportunidades y lo vas acotando. El otro día hablábamos de la metáfora del control del aeropuerto. Realmente para llegar al control andas cinco pasos y llegas, pero te hacen unas filas infinitas en este sitio, como una especie de laberinto. Pues siento que ahora estoy ahí, en plan viendo el mostrador y me voy a tener que meter a esta fila super larga, en el laberinto. Es la parte difícil, bajar todo a tierra y decidir es muy difícil.
¿Tienes prisa por llegar a ese mostrador?
No. Ha habido momentos de presión, pero me he dado cuenta de que es parte del proceso. A veces, la industria te obliga a ir rápido, pero es importante mantener el equilibrio y no perder de vista tu niño interior, como dice Rosalía.
Rusia IDK parece ser un ejemplo de que la unión hace la fuerza. ¿Cómo describirías el trabajo en equipo?
Es una relación muy bonita. Compartimos intereses estéticos, culturales y creativos. Nos retroalimentamos constantemente y eso fortalece todo lo que hacemos.
Estás a punto de subir al escenario, ¿cómo describes la euforia de tus shows?
Una experiencia explosiva y llena de sorpresas. Algo que no sabes qué contiene hasta que lo abres y… ¡boom!
Este año ha sido muy bueno musicalmente. ¿Qué ha sido lo más relevante para ti en la música?
Me han marcado discos como el de Lara, Barry B, y Mk.gee. También he descubierto a Leather Park, un productor increíble. Aunque últimamente escucho más música de antes, siempre encuentro algo que me inspira.
Más allá de tus shows y tu próximo álbum, ¿qué es lo que más te emociona de tu proyecto?
Quiero mantener viva la llama de la ilusión. Creo que eso se logra innovando constantemente y manteniendo el entusiasmo. La ilusión es una fuerza poderosa que nos mueve y nos da propósito, es mi motor.
Para saber más sobre Rlphie Choo, lee nuestra entrevista anterior con el artista, realizada en mayo de este año.
