A inicios de los años 80, comenzó a decaer el gran boom de la salsa que nació en Nueva York, influenciada por los diversos géneros que llegaban desde Cuba y Puerto Rico, principalmente, a las colonias latinas en la ciudad estadounidense. Este contexto, junto con un nuevo enfoque lírico y sonoro, dio paso a un nuevo capítulo dentro de este género musical, conocido popularmente como salsa romántica o salsa rosa.
El nuevo boom de la salsa trajo consigo un mensaje romántico dedicado a las mujeres, que cautivó los corazones de todos los bailadores alrededor del mundo. Dentro de sus grandes exponentes destacan Frankie Ruiz, Eddie Santiago y El Caballero de la Salsa, Gilberto Santa Rosa, que presenta Debut y Segunda Tanda Vol. 2, un disco en donde reinterpreta algunas canciones y debuta con otras inéditas.
Todo cambia… ¿Qué se mantiene en Gilberto Santa Rosa desde su primer disco en 1986 hasta hoy en día?
¡Se mantiene el sueño! [Risas] La ilusión, el ánimo y el amor por lo que hago. El proceso ha sido interesante; ha habido evolución y descubrimiento. Cuando empecé, tenía 24 años y ahora tengo 62. Ha sido un camino en el que se vive, se sueña, se trabaja, se fracasa y se logran éxitos. Lo que se mantiene es el deseo y el ánimo, porque todo lo demás va cambiando. Es parte del proceso y del aprendizaje.
“Lo que se mantiene es el deseo y el ánimo, porque todo lo demás va cambiando”.
Rolling Stone lanzó hace no mucho el listado de los 50 mejores álbumes de salsa de la historia, Intenso está ahí en el puesto 26. ¿Cree usted que este es su mejor disco? ¿Por qué cree que seleccionaron este disco?
No sé si es mi mejor disco, pero puedo decir que es uno de mis favoritos, y me alegra mucho que finalmente haya recibido reconocimiento. Cuando Intenso salió, estuvo nominado a todos los premios de música latina y no ganó ninguno. Siempre tuve el anhelo de que recibiera un reconocimiento, porque es uno de mis discos más completos. Tiene mucha madurez y frescura. Cuando lo lancé, con la ayuda del productor José Lugo, la sonoridad mostró que Gilberto Santa Rosa estaba vigente y que estaría presente en el futuro. Por eso creo que fue elegido, y me da mucha felicidad que finalmente haya sido reconocido. Es uno de mis mejores discos; ojalá que no sea el mejor, porque siempre quiero mejorar mi propio trabajo. “Intenso” es de esos discos que se quedan en el corazón. Como dicen los dominicanos: “le sacamos la comida a parte”; fue un proyecto muy especial.
Usted ha vivido los grandes cambios que ha tenido la industria musical. ¿Estos cambios han afectado su proceso creativo?
Me parece que no, al contrario. Mi proceso sigue siendo el más rústico. Mantengo mi manera de elegir canciones, escuchándolas de la manera más simple posible. Me gusta que las canciones que me proponen sean muy simples, porque a veces los compositores hacen demos tan elaborados que uno no se atreve a tocarlos, porque ya parecen casi producidos. Prefiero lo más sencillo, porque es ahí donde tengo la oportunidad y el espacio para aportar algo a la canción.
Yo escojo las canciones personalmente, y curiosamente, a pesar del cambio en los formatos de consumo musical, sigo pensando en la composición de un disco. Antes, los discos tenían un orden y un propósito; ahora, la gente escucha las canciones según les convenga, en el orden que cada persona quiera. Yo todavía pienso en el orden del disco y en cómo una canción encaja perfectamente después de otra, según su carácter. Entiendo que ahora es completamente distinto; la forma en que la gente disfruta la música ha cambiado.
Dentro del mainstream en español, el reggaetón ocupa demasiado porcentaje y los demás géneros se aferran en muchas ocasiones a un público reducido. ¿Usted piensa en eso cuando va a lanzar música, cuanta gente la irá a escuchar o que tan popular puede llegar a ser la canción o el disco?
Sin duda, lo urbano es lo que manda. Te voy a responder con un consejo que me dio un productor y empresario del mundo urbano: “invita a la gente a tu mesa, a tomar tu vino”. Me pareció muy interesante, especialmente porque era un joven quien me lo dijo. También me dijo: “no vayas detrás de los artistas jóvenes, haciendo algo que se parezca a lo que ellos hacen”.
“Invita a la gente a tu mesa, a tomar tu vino”. Me pareció muy interesante, especialmente porque era un joven quien me lo dijo.
Me aferro a mi música y mi estilo. Con las nuevas tendencias digitales, que son tan efímeras, utilizo esas herramientas en pro de la música que hago. Claro, se puede actualizar tu propuesta con las nuevas tecnologías, pero es una actualización de tu propio estilo, que es diferente de seguir la moda y arriesgar tu autenticidad. Así que eso fue lo que hice; seguí el consejo de mi amigo urbano [Risas], haciendo música con todas las herramientas a mi disposición, tratando de que el público encuentre algo interesante en lo que hago.
En este nuevo proyecto Debut y Segunda Tanda, Vol. 1 y 2 ¿cómo seleccionó las canciones a las cuales les creó una nueva versión?
Esas fueron las más fáciles, porque tengo un banco de canciones. Cuando escucho una canción que me gustaría interpretar, la agrego allí. En el disco anterior, Debut y Segunda Tanda, Vol. 1, el concepto no iba a ser ese, pero tenía problemas para encontrar canciones que quisiera interpretar, y también la necesidad de ir al estudio a crear música. La solución fue tomar canciones que siempre me habían gustado y grabarlas. Después me reuní con mis arreglistas de cabecera, comenzamos a hacer el disco y así nació el concepto de estos dos álbumes, que no es un tributo a ningún artista, sino a la música en sí.
Los covers fueron fáciles para mí, porque simplemente recurrí a ese banco de canciones que me han gustado mucho. Curiosamente, el volumen 1 tiene más segundas tandas, y Debut y Segunda Tanda, Vol. 2 tiene más canciones inéditas.
Hablando de ese momento en que se le dificultaba encontrar canciones inéditas que le gustaran, ¿cómo superó esa etapa?
Hay algunos compositores a quienes siempre les toco la puerta, y casi siempre tienen la canción perfecta. A veces se tardan más y otras menos… Lo que hice fue no desesperarme y empezar a grabar los covers. Poco a poco fueron llegando las canciones inéditas.
Como te mencioné antes, todavía grabo pensando en un disco; si esta canción tiene esta temática, la siguiente debe tener otra, si una es rápida, quiero que la siguiente sea lenta. Así es como voy creando el disco. Al final, busco lo que me falta, y eso fue lo que sucedió con este proyecto.
Al final, en los dos discos, las canciones fueron ordenadas por mí, que soy el cliente. Le decía al compositor: “quiero una canción que diga algo como esto…” y así logramos completar el repertorio.
Dentro de ese banco de canciones que hablábamos, ¿qué canciones le faltan por interpretar que le gustaría mucho?
La mayoría de las canciones son de cuando era niño, pero también hay una muy popular de Colombia, del maestro Fruko junto al Joe Arroyo, llamada “El Caminante”. Me gusta mucho, y en Puerto Rico la popularizó Roberto Torres, a quien llamábamos El Caminante. Hay una ranchera que, al principio, no escuché como ranchera, sino como salsa, que se llama “Eso Merece Un Trago” de Álvaro Carrillo, que El Gran Combo de Puerto Rico versionó en salsa. Con esa canción tengo un proyecto del que aún no puedo hablar, pero que seguramente incluirá esa canción. Además, tengo muchos boleros de la época dorada del bolero y algunas canciones de Armando Manzanero de los años 70, que no son sus grandes éxitos como “Adoro” o “Esta Tarde Vi Llover”. Tengo un banco de canciones enorme.
En Debut y Segunda Tanda, Vol. 2, interpreta ‘La Marea’ de Rubén Blades. ¿Siente alguna responsabilidad o presión de crear una nueva versión de la canción de una leyenda de la salsa?
Siento toda la presión y responsabilidad. No sé hace cuánto Rubén grabó esta canción, pero desde que la escuché me fascinó. Rubén Blades es un artista que ha escrito cosas increíbles y muy elaboradas, y “La Marea” es bastante corta. Siempre le dije: “Rubén, has escrito cosas extraordinarias, pero esta canción es de mis favoritas”, y él siempre me respondía: “dale, grábala”. No me atrevía, pero lo hice ahora porque finalmente sentí que podía aportar algo a la canción, y modestia aparte, creo que lo logré.
“La responsabilidad es mucha porque respeto mucho a los grandes de la salsa. Afortunadamente, a él (Rubén Blades) le gustó y aún me dirige la palabra [Risas]”
Mi mayor satisfacción fue que hace un par de días, Rubén Blades hizo un comentario muy amable sobre esta nueva versión. Te repito, la responsabilidad es mucha porque respeto mucho a los grandes de la salsa. Afortunadamente, a él le gustó y aún me dirige la palabra [Risas].
‘Lo Grande Que Es Perdonar’ junto a Vico C es increíble, y también ha cantado con Yandel, Fonseca, Franco De Vita, Carlos Vives en ‘FOR SALE’ que hace parte de Debut y Segunda Tanda, Vol. 1. ¿Cómo ha sido trabajar con artistas de otros géneros y qué colaboración con artistas de otros géneros que aún no ha hecho le gustaría hacer?
Ha sido enriquecedor, esa es la palabra. Se aprende mucho de nuevos géneros y también a adaptarse al estilo de otros artistas. Personalmente, ha sido muy agradable, porque siempre se ha trabajado en un ambiente de camaradería.
La lista de personas con quienes me gustaría colaborar es muy larga. Hay artistas de la nueva generación que vienen con un talento increíble, otros veteranos que llegaron antes que yo, y algunos de mi misma generación. Por ejemplo, hay una cantante venezolana con un talento extraordinario, llamada Nella; los invito a conocerla. También sería interesante hacer algo con Santiago Cruz. Aquí en Puerto Rico, hay un joven muy talentoso llamado David Rivera, que tiene ideas frescas y un bagaje musical interesante. Yo le apuesto a la juventud salsera.
Hablando de estos artistas jóvenes, ¿qué perspectiva tiene de la salsa hoy en día?
Es un género muy estable a pesar de todo lo que se dice. Siempre se debe contar con la salsa. Desde México hasta Argentina, hay jóvenes con mucho talento que he visto y escuchado, lo que nos da una buena perspectiva sobre el futuro del género.
“Yo le apuesto a la juventud salsera”.
Claro que hay grandes retos para el género, y esos retos recaen más en los artistas emergentes, que ahora deben recorrer un camino que parece fácil, pero que no lo es. Comparando épocas, diría que los jóvenes salseros enfrentan retos más serios. Aunque ahora es mucho más fácil compartir música que en mis tiempos, encontrar tu público es más complicado.
A pesar de todo, estoy contento y soy optimista. Los nuevos artistas permitirán que el género siga adelante y se mantenga estable. Nosotros, los salseros, hemos perdido protagonismo; fuimos la imagen de la música en español, pero ahora los urbanos son los reyes de la escena. Sin embargo, no hemos perdido el público. Siento que nuestro alcance se ha ampliado, principalmente gracias a la migración; la salsa ha llegado a muchos lugares. Los colombianos fueron clave para el desarrollo e internacionalización de la salsa en su momento.
Es interesante ver que otros géneros han desaparecido; las grandes figuras ya no se ven. En cambio, si investigas sobre los salseros, verás que siguen dándole la vuelta al mundo. A menudo, la gente piensa que algunos ya han muerto, ¡y no! Siguen vivos [Risas].
¿Podría darnos algunos nombres de orquestas o artistas emergentes de la salsa?
De Puerto Rico, que es donde más conozco, mencioné a David Rivera, pero también tenemos a Carlos García y Luis Vázquez. De República Dominicana está Christian Alicea, que tiene un proyecto muy interesante. De Perú, tenemos a Daniela Darcourt, y en este país se está produciendo un movimiento muy interesante entre la salsa y las mujeres, esto es notable porque las mujeres nunca han tenido gran participación en el género. Dentro de mi agrupación están Gerardo Rivas y Pete Perignon, que son excelentes y tienen sus propios proyectos. La lista es larguísima, lamento no poder mencionar a todos, pero en toda Latinoamérica se están haciendo cosas muy buenas. Hay más salseros jóvenes de lo que la gente piensa.
Para terminar, ¿en qué momento se dió cuenta que iba a ser cantante?
Desde muy temprano, alrededor de los 5 años, quería hacer cualquier cosa relacionada con la televisión [Risas]. En ese entonces, la televisión en Puerto Rico tenía unos 10 años de fundada, y todo lo que veía era muy divertido y musical. Quería estar dentro de eso. Más adelante, en la escuela, empecé a cantar y me di cuenta de mi habilidad, así que comencé a adentrarme en el camino de la música. A los 11 años, ya estaba cantando en grupos, desde muy pequeño supe que ese era mi camino.
