A lo largo de 20 años de trayectoria, Carlos Rivera ha consolidado una carrera a base de dedicación, pasión, sacrificios, amor y talento. El cantautor mexicano ha recorrido un gran camino que lo ha posicionado como un artista destacado para la escena musical mexicana, a la vez que sigue marcando una gran fidelidad a su esencia y amor por su arte.
En 2004, Carlos Rivera ganó un concurso musical nacional a través de un reality televisivo, el cual marcó sus inicios en los escenarios. “Han pasado muchos años y muchas cosas. Me sorprende mirar los videos de mis inicios, era muy joven, tenía como 18 años. Imagínate que a esa edad mucha gente no sabe lo que quiere, pero en mi caso ha sido un huracán de cosas que me han pasado desde que gané ese reality”, recuerda Carlos Rivera a ROLLING STONE en Español.
La victoria del reality lo expuso a un público más amplio; sin embargo, esto no significaba que el camino al éxito estaba resuelto y sería fácil. Fue hasta el 2013 que Carlos Rivera comenzó a ganar el reconocimiento que había trabajado por casi una década, la cual estuvo llena de enseñanzas, mucho trabajo, perseverancia y dedicación. “Es como hacer ladrillos. Una oportunidad como esa te pone en el camino, y tal vez te adelanta algunos escalones, pero no por ello llegas a la meta. Esto me llevó tiempo aprenderlo, que las carreras se hacen con los años y con mucho esfuerzo”, reflexiona.
“La única manera de sobrevivir a la industria es trabajando y no pensando que ya lo lograste. A 20 años de carrera miro hacía atrás y siento que no he dejado de empezar”.
Aunque Carlos Rivera ha atravesado un sinfín de retos, sacrificios y lecciones para ser el artista que es actualmente, también destaca que en su alma y esencia sigue aquel joven soñador que deseaba triunfar en la música. “No he dejado de conservar esa parte soñadora porque mi corazón me hace ir hacia adelante constantemente, lo que no me permite quedarme donde estoy. He cumplido muchos sueños, pero siempre hay algo más que soñar y perseguir. Siempre he sido muy trabajador y me gusta hacer lo que hago”, comparte. “Me gusta soñar, pero especialmente me gusta trabajar para cumplir esos sueños”.
Actualmente, la industria musical está viviendo tiempos de inmediatez, en donde la adaptabilidad es primordial para seguir a la vanguardia del mercado. Cada semana emergen artistas con nuevas propuestas que pueden cambiar el panorama y las tendencias sonoras, dando perspectivas frescas e interesantes. “Cada uno hace lo que puede para sobrevivir en una industria que es muy cambiante. Cuando creemos que ya le entendimos, vuelve a cambiar. Tuvimos muchos años donde la manera de hacer música era muy estable, casi funcionaba con un mismo patrón, pero ahora no y todo el tiempo cambia. Llegan géneros nuevos y gente nueva, músicos que crean sonidos nuevos y mezclas que empiezan a sonar”, explica.
Sin embargo, la industria y el público también aprecian los proyectos que se mantienen fiel a su sonido y esencia. A lo largo de dos décadas, Carlos Rivera ha demostrado la importancia que toma lo genuino sobre lo efímero en su proyecto, a la vez que profundiza y explora su sonido y formas de crear música sin sacrificar quién es él. “Así como deben existir cosas nuevas que van a pegar y le van a llegar a mucha gente, también debe seguir existiendo la música que ha perdurado con los años. Yo hago música de amor y siempre tiene que existir porque la gente se va a seguir enamorando todos los días. Mientras exista vida, existirá amor”, considera.
Y agrega: “A pesar de que el género que yo hago no es el que está acaparando las listas ni de radio y en plataformas, puedo comprobar que mucha gente quiere seguir escuchando mi música porque veo mis conciertos llenos. Hay público para todo. La manera de subsistir a tantos años se la atribuyo a esa congruencia. Mi público que me sigue desde hace 20 años se ha multiplicado”
“Prefiero hacer bien lo que sé hacer bien”.
Más allá de los ritmos o la música, la lírica toma un papel protagónico dentro de todos los elementos que conforman su proyecto. A través de letras honestas, personales, sentimentales y universales, Rivera ha llegado a conectar con miles de personas alrededor del mundo. “Creo mucho en las letras. El ser congruente está en las letras, más que en los ritmos. Yo podría hacer hasta un corrido tumbado si la letra es congruente con el tipo de lírica que yo escribo y canto”, comparte.
A través de sus canciones, Carlos Rivera ha llevado su propuesta más allá de las fronteras de su país de nacimiento. El mexicano ha encontrado una gran conexión con una diversidad de públicos que entienden su música, logrando resonar en distintos rincones del mundo. Este camino no ha sido fácil, puesto que no esperó a ser una gran figura en la escena musical mexicana para iniciar el proceso de internacionalizarse, sino que comenzó a expandir su arte y visión en diversos lugares del mundo al mismo tiempo que crecía como artista. “No era una figura en México cuando comencé a hacer mi carrera internacional. No había logrado ser el #1 en ningún lugar”, dice. “Empecé a ir a muchos países con trabajo de ‘talacha’, como si fuera artista local y no internacional. Yo no llegué consolidado y con todo un crew enorme, incluso a veces viajaba solo. Todo empezó a funcionar al mismo tiempo”.
“Hoy puedo decir que tengo una carrera internacional que se hizo desde cero en todos los aspectos”.
Además, no sólo ha llevado su música y arte a otros continentes, sino que también ha compartido su cultura y quién es él, recordando sus inicios y raíces. “Esto es súper importante para mí. Si no sabes quién eres, no vas a poder llegar a ningún lado”, comparte. “También el compartir de dónde nací, de Huamantla en Tlaxcala, es súper importante. Recuerdo cuando era niño y soñaba con cantar me decían que era imposible. Ahora doy el “sí se puede”. Hay muchos niños y gente joven que tienen una referencia de que sí hay formas, cosa que a mí no me tocó y tuve que luchar por eso. Si nadie lo ha hecho, yo seré el primero que lo haga. Significa mucho y por eso intento regresarle a mi tierra todo lo que puedo”.
Como un acto de reinvención y de seguir expandiendo su visión artística, Carlos Rivera ha incursionado en diversas áreas del entretenimiento desde una perspectiva musical, como lo es el teatro y cine. Estas experiencias no sólo le han dado la oportunidad de salir y romper su zona de confort, sino que también lo han ayudado a moldear su proyecto, desde su presencia escénica hasta su creatividad como artista. “Le atribuyo mucho al teatro musical el artista que soy ahora. Tuve la fortuna de que cuando los tiempos no eran benéficos para mí, en cuestión del ámbito musical, aproveché para prepararme y hacer teatro musical”, recuerda.
Y agrega: “Yo ya estaba listo en el momento en el que me llegó la oportunidad de la música en el 2013. Dicen que la suerte es una mezcla de oportunidad con preparación. Si pensamos que la suerte me comenzó a favorecer desde el 2013 fue por eso, porque las oportunidades comenzaron a llegar pero yo ya estaba listo. Había hecho una cantidad enorme de funciones de teatro, entre La bella y la bestia, Mamma Mia! y el Rey León en España. Al final, esto repercute en lo que ahora sé hacer en el escenario, cosa que antes no sabía y me costaba el desempeño escénico. Aprendí mucho en el teatro para que ahora mis espectáculos sean un show y no sólo un concierto de cantar canciones”.
Para Carlos Rivera, el escenario es uno de los lugares que más refuerzan su amor por su profesión, reflejando su compromiso con su arte y su público. Esta pasión es considerada como una de sus grandes fortalezas como artista, cualidades que sirven como carta de presentación para aquellas personas que aún no conocen su arte. “Lo más importante para mí es que me vean cantar en vivo porque es donde realmente me siento como con superpoderes. Nunca sabes quién te está viendo, hay personas que les puedes cambiar su día, o incluso algunos de mis fans que me dicen que les ha cambiado la vida al poder refugiarse con mis canciones”, comparte.
“Para mí es importante lo que hago, para que la gente que me escucha reciba algo bonito y bueno. Este es el mensaje más importante de mis canciones”.
En todo el recorrido artístico que ha atravesado, Carlos Rivera ha estado acompañado por una gran red de fanáticos que se han mostrado leales desde sus comienzos hace 20 años. La devoción y pasión de sus seguidores no son las únicas cualidades que destacan, sino la gran conexión que han construido con Rivera, no sólo desde lo artístico, sino desde lo personal. “Siempre valoro mucho y resalto el amor de mis fans. He pensado y sentido que mis fanáticos son algo diferente, es como si fueran de mi familia. Más allá del fanatismo típico, aquí yo veo cariño genuino. Mis clubes de fans son súper importantes para mí”, comparte.
“Es impresionante ver que mis fans me siguen desde hace 20 años hasta ahora, y no sólo eso, sino también ver que ahora me traen a sus hijos. Esto sigue multiplicando el cariño”.
Esto sirve como prueba de la trascendencia generacional que ha tomado la música de Carlos Rivera. El cantautor pretende seguir llevando su música a nuevas generaciones para que puedan conectar de una forma íntima con él, llevándolos a experimentar una serie de sentimientos genuinos al momento de escuchar sus temas. “Me sorprende cómo las canciones que fueron parte de un momento, años después, siguen llegando a personas que las descubren y les hacen sentir algo. Poder hacer música atemporal es importantísimo”, dice. “Me gustaría que las nuevas generaciones encontraran en mí un refugio. Dudo que, en un futuro, la música se estacione en una cosa, vamos a seguir cambiando y van a seguir llegando nuevos géneros, ritmos, letras y estilos. Siempre habrán canciones en las cuales te vas a querer refugiar”.
“Me gustaría ser ese artista, que a pesar de que se están escuchando muchas cosas, quieran recurrir a mí cuando deseen escuchar algo que les conmueva”.
Este 2024, Carlos Rivera se ha dedicado a cosechar los grandes frutos que ha trabajado por dos décadas. El cantautor mexicano está nominado a los Latin Grammy bajo la categoría de Mejor Canción Pop por ‘Ahora’ junto a David Bisbal. “A 20 años de carrera sigo teniendo las primeras veces. Esta es mi primera vez nominado y me emociona mucho que haya sido con una balada. Volvemos al mismo punto, imaginate que me hayan nominado con un género que no domino”, comparte. “Terminó siendo una canción en donde soy uno de los compositores, que es con David Bisbal y que defendemos el género de la balada. Que estemos considerados es un regalo enorme. Independientemente de lo que pase, para mí ser considerado con una canción así vale muchísimo. Estoy muy ilusionado con llegar a los premios con esta nominación”.
Por ahora, Carlos Rivera se encuentra en una etapa artística en la que prioriza la música que le resuene y emocione, como lo es la música mexicana. “Siempre me ha gustado tener elementos de música mexicana en mis canciones. Quisiera compartir algo de lo que yo he escrito y hecho en ese universo para poderlo llevar al mundo, con esa posibilidad que tengo de ir a tantos países donde el regional mexicano no ha logrado llegar. Me gustaría llevarlo desde mi perspectiva”, concluye.
