Rauw Alejandro: Seducido por el arte


Estamos a inicios de noviembre en Cascabel, un estudio al oeste de Miami, Florida. Rauw Alejandro camina entre cada cambio de escenografía. Viste un pantalón con prenses a la medida y camisa blanca, encarnando una masculinidad sofisticada pero tranquila. “El momento más importante de mi carrera todavía está por venir”, dice. “Aún tengo mucho por recorrer. No es solo llegar, es mantenerse y seguir creciendo como artista”, exuda con elegancia y fuerza. Su actitud es colaborativa dejando una impresión sólida: está aquí para crear. 

Hablamos sobre el equilibrio de la vida y sus complejidades, y cómo estas se reflejan en sus canciones. “Pienso que lo real siempre conecta más que lo que es ficticio. Cuando algo no tiene sentimientos y no es puro, yo pienso que está vacío”, dice “Siempre tiene que haber algo de sentimiento, algo puro y real que pueda conectar con el público. Si una letra está vacía, está vacía”, agrega durante un cambio para su siguiente toma. Le digo que decidí escribir esta historia porque soy de la generación que creció escuchando a Lavoe e Ismael Rivera, pero también entre Ferias de Cali y conciertos de hip hop. Su nuevo álbum parece representar esa generación. “Cuando yo crecí, la salsa no tenía la misma fuerza que tenía en los 80, pero en Puerto Rico lo que la gente vive es la salsa. Siempre está presente”.

A medida que avanzamos en la sesión fotográfica, Rauw demuestra ser tan colaborador como creativo. Acepta con gentileza todas las ideas, lo que ayuda a que el equipo supere todos los límites mientras se teje, sutilmente, una narrativa visual desde su propio estilo distintivo. Su habilidad natural para mezclar su energía con la de quienes lo rodean trae una vibra especial al set. “¿Sabías que quiero estudiar arquitectura?”, me dice mientras hablamos sin ningún orden especifico. Y seguramente tiene mucho que ver con su espíritu holístico y su amor por el arte.

La primera conexión que Rauw tuvo con la música interpretativa fue en su casa, ya que su padre es guitarrista y eventualmente escribió canciones. “No compuso muchas, pero las que compuso las cantaba todos los sábados en casa”, recuerda con gracia. Por otra parte, el boricua viene de una familia que hacía parte del coro de la iglesia y todas las semanas tenían ensayos. Su madre era la corista de la iglesia del barrio Palma Sola, y su padre, el guitarrista. “También estaba mi abuelo con la guitarra, había mucha salsa y merengue”. Su padre nació en Brooklyn, y cuando regresó a Puerto Rico, trajo con él toda la música que absorbió durante varios años escuchando a Elvis Presley y a James Brown. Su madre siempre sumó la parte más tropical. “Recuerdo los sábados a mami limpiando con el garañón a todo volumen. Yo vengo de una casa en la que la música sonaba todo el tiempo”.

Aunque siempre fue algo muy común en su cultura y en su familia, Rauw no creció queriendo hacerse una carrera en la música; tenía su mente puesta en el deporte. “No es que no apreciara la música, pero cuando tienes algo que es tan natural en ti, como el fútbol para los brasileros, como que solo es algo normal en tu vida”. Por lo tanto, la música siempre fue un pasatiempo, nunca lo vio como una profesión hasta que cumplió 21 años. “Estaba sin un peso en el bolsillo”, agrega. 

Fotografías por PABLO COSTANZO @pablocostanzo

Recuerda precisamente cuándo decidió tomar la música más en serio. “Fue en un momento de mi vida en que no la estaba pasando tan bien, pero pude encontrar un escape, una terapia, y empecé a componer y hacer música para mí”. Sin embargo, no tenía intenciones de publicar nada de lo que estaba haciendo, aun cuando todos sus amigos cercanos insistían en que su sonido era realmente diferente. 

“Me acuerdo de que tenía un saldo negativo de 34 dólares”. Recuerda el día en que uno de sus amigos —que ahora hace parte de su equipo— le dijo: “Inténtalo. No tienes nada que perder, porque no tienes nada”. Ese día decidió dedicarse a la música para siempre. 

En 2014, el reggaetón estaba en un momento de cambios. Se veía venir toda una generación más enfocada en el trap latino. “Yo soy muy fanático del R&B y, aunque también puedo escribir y rapear, mi fuerte siempre ha sido la melodía”. Mientras tanto, Rauw Alejandro experimentaba dentro del género e intentaba alejarse del reggaetón por el nivel de saturación, explorando diferentes matices musicales e incluso en el trap, afro y el dance hall. Sin embargo, cuando hizo su primer reggaetón, que fue todo un éxito (‘Mírame’ junto a Neo García y Lenny Tavárez) se dio cuenta de lo que su voz podía hacer dentro del urbano. “Ahí me volví a enamorar del reggaetón. Poco a poco en el estudio es que uno va encontrándose como artista y ve la potencia que tiene y en qué género musical resalta más”.

Al igual que muchos artistas jóvenes, Rauw estaba enfocado en crear una nueva propuesta musical. “Mi entrada al género se da al juntarme con chamaquitos que tenían el mismo nivel y la misma hambre que yo”. La suma de colaboraciones resultó en la creación de una nueva audiencia interesada en sonidos diferentes. “Obviamente, solo algunos iban a resaltar, el que sigue hacia adelante, el que más trabaja, el que más le dedica, el más disciplinado. Puedes tener un gran talento, pero sin disciplina, no pasa nada”.

Con cada álbum, Rauw ha terminado creando un universo sonoro muy específico y una historia muy diferente entre cada disco, sin la necesidad de repetirse. “La vida, el cantazo de la vida”, comenta antes de mencionar que la mujer es su mayor fuente de inspiración como resultado de haberse criado al lado de su madre, su abuela y su hermana. “Trato de tener un balance entre lo explícito y lo romántico. Dicen por ahí que a las mujeres no les gusta el malo, pero tampoco les gusta el bueno”.

Fotografías por PABLO COSTANZO @pablocostanzo

Esta tarde, Rauw ha tenido una agenda ocupada, entre la definición de los últimos detalles del lanzamiento de su nuevo álbum y los ensayos previos a su presentación en los Latin Grammy. Alrededor de las tres de la tarde retomamos la conversación. “Se trata de experiencias de la vida, imaginación y la empatía con el mundo. Saber interpretar y saber poner los sentimientos sobre un papel”. A veces Rauw también escribe sobre historias que lo han inspirado. “La musa es algo que yo no busco; llega. Y cuando llega, aprovecho”. Eventualmente graba ideas en su teléfono o las escribe en un papel mientras viaja. Tiene muy claro que en todos sus proyectos analiza previamente lo que ya hizo y lo que le falta, pero también las tendencias del mercado. “Un poco de clase de marketing, un poco de sentido común. Me gusta explorar. Que mis proyectos sean un mundo totalmente diferente, que sean polos opuestos, que haya un contraste. Siempre estoy buscando ese sonido nuevo que no he explorado todavía”.

Rauw Alejandro es un artista que constantemente sale de su zona de confort. Profundizamos entre las herramientas que, como artista, le ayudan a que así sea: “Balance y equilibrio; la vida misma”. Su primer álbum se titula Punto de equilibrio; “Desde allá voy buscando ese equilibrio en la vida. Sé lo que le gusta a la gente, pero también tengo claro lo que me gusta a mí, y trato de tener un balance”. Y es quizás esta consonancia lo que le ha ayudado a mantenerse siempre conectado con su audiencia. “No me voy hacía los extremos. Siempre me gusta presentar cosas nuevas”. A través de su catálogo, ha logrado demostrar que no le interesa atornillarse al resultado de uno de sus grandes éxitos. 

Con el lanzamiento de VICEVERSA (2021), Rauw Alejandro estaba asumiendo riesgos, y en contracorriente, cambió el juego. Por primera vez, sonidos de R&B y disco estaban liderando los listados del género urbano, que siempre se había basado en el dembow y el reggaetón, demostrando que el sonido latino no dependía necesariamente de estos ritmos para estar en la cima. “Es mi tesoro. Cambió mi vida por completo, y es un gran ejemplo de que el que no se arriesga no gana”. Con este álbum, el boricua logró consolidar un equipo de trabajo de primer nivel. “Todos tienen clara mi visión. Me ayudan a ejecutar todas mis ideas y llevarlas a la realidad. VICEVERSA fue un fenómeno en mi carrera y no va a haber otro igual, no voy a repetirlo”. 

Es del tipo de artistas que nunca decepciona cuando lanza un nuevo álbum, se toma muy a pecho el formato, el concepto y el momento. Aunque afirma no tener la respuesta o la fórmula para estar constantemente inspirado, sin repetirse, es claro que siempre sigue sus instintos. “Siempre hay una corazonada, es un sexto sentido que dice: ‘Creo que esta es’. Le cambio muchas cosas hasta que llega un momento en que mi corazón dice ‘Está lista’”.

Fotografías por PABLO COSTANZO @pablocostanzo

Desde hace varios años, Rauw lidera y dirige todos los aspectos de su carrera, especialmente los creativos. No es el tipo de artista que llega al estudio a replicar un dictado de instrucciones; sin embargo, esto le suma más responsabilidades a su agenda y cosas en qué pensar. “Hay un poco de estrés y ansiedad, no te voy a mentir. Pero me los pongo yo mismo porque soy muy exigente con mis cosas. Pero, como dicen por ahí, nadie lo va a hacer por ti”.  

Aunque asegura que le cuesta mucho delegar, con el tiempo se ha esforzado en construir un grupo de trabajo fuerte. “Somos como un equipo de fútbol, cuanto más entrenamos juntos, más nos entendemos”. Se siente tranquilo con el hecho de tener un equipo que respalda todas sus ideas, librándolo un poco del estrés laboral. “Igual a mí no se me escapa nada. Yo estoy 100 % conectado con todos los detalles; el show en vivo, la mezcla, el sonido. Yo creé mi mundo”.

“Pienso que la música latina tiene mucho potencial para seguir creciendo. Creo que se ha demostrado que nosotros, los latinos y la comunidad hispana, tenemos el potencial para conquistar el mundo entero”, dice mientras profundizamos en varios discos que lo emocionan del pasado y que lo han influenciado, pero también en el momento actual de la música en español. Sin titubear, reconoce fácilmente cuáles discos latinos han sido el Número Uno en los últimos años. “Ya hemos demostrado de todo. Los latinos tienen el potencial para llegar a lo máximo de la pirámide. Cada país tiene su gente viniendo, su movimiento”.

Rauw Alejandro nació en Puerto Rico a inicios del 93, y es un reflejo de muchos de los aspectos culturales del país caribeño, elementos que, como la salsa, el hip hop y el reggaetón, definen una generación que ha cosechado más de 50 años de artistas globales. “Puerto Rico tiene magia. Hay que ir a la isla y entender la cultura”, comenta. “Allá tenemos más estudios musicales que escuelas y canchas de deporte. Los chamaquitos quieren ser cantantes o deportistas. Somos un país alegre, y nos gusta celebrarlo. Y eso se refleja en la música”. 

Fotografías por PABLO COSTANZO @pablocostanzo

El nuevo álbum de Rauw Alejandro se llama Cosa nuestra, y él dice que se trata de una exploración de sonidos análogos y orgánicos, pero también refleja su interés en la historia de su propia cultura en contraste con el amor que siente por el R&B. “En Cosa nuestra vuelvo a mis raíces”, afirma. “Además, me he preparado bastante para presentarme en vivo con una gran banda, y eso no lo había hecho antes a profundidad”. En este disco florecen sonidos folclóricos e instrumentos como el güiro, las maracas, la percusión y el bongó, que evocan al sonido puertorriqueño, fusionándolos magistralmente con los beats y los sonidos electrónicos. “Obviamente, yo soy un performer, y toda la música que hago la hago pensando también en mi show en vivo. Quería ver un Rauw con una orquesta y una banda detrás. Se siente muy vivo y muy rico, con mucha vibra”.

Su intención inicial partió de la idea de hacer lo contrario a SATURNO (2023), su anterior álbum, en el que exploró sonidos, atmósferas futuristas y uptempos. Quería que su próximo álbum fuera lo opuesto a lo futurista y enfocarse en lo clásico. Viajó a Nueva York en búsqueda de nueva inspiración, reconstruyendo algunos de los recuerdos de su padre. Inició su propia investigación sobre la historia de los boricuas en Nueva York, la gran inmigración causada por la depresión económica de Puerto Rico y la forma en que la cultura puertorriqueña influyó en la música de Nueva York. “Tú sabes, desde el jazz hasta la salsa y el hip hop, los boricuas siempre han estado presentes en todos esos movimientos musicales”. Nueva York acogió a la comunidad latina y boricua a mediados del siglo XX, y la salsa emergió como resultado de la contracultura latina en los Estados Unidos. Grandes representantes de la salsa construyeron el movimiento cultural latino más grande del siglo y llevaron su género a todo el mundo desde las calles de Nueva York. 

En dicha investigación, Rauw reconectó con uno de sus álbumes favoritos Cosa nuestra, el disco de salsa de Willie Colón y Héctor Lavoe publicado en 1969. “Me sabía las canciones y las escuchaba por separado, pero cuando veo la carátula del disco, digo ‘Por aquí es’. “Cosa nuestra”, el título y la frase nunca se borran de mi mente”. Cosa nuestra acapara aspectos cualitativos de nuestra cultura, la relevancia de la familia y el legado de toda una generación de artistas. “El mundo tiene que conocer un poquito más de nosotros, no solo el reggaetón; tenemos un montón más de colores musicales”.

La exploración histórica y la diversidad rítmica representaban riesgos que podrían no resultar bien. Sin embargo, Rauw asumió la responsabilidad y enfrentó con humildad retos reales para un artista, como hacer salsa desde el legado de varios de sus más grandes representantes y algunos de los artistas más grandes de todos los tiempos para la comunidad latina. “La salsa tiene sus códigos, lo que la hace mágica. No me gusta meterme en un mundo que no conozco. Me gusta innovar, pero a veces no tanto porque hay que respetar los códigos de la música”. Y se refiere especialmente a la salsa clásica de grandes figuras, como Héctor Lavoe, Willie Colón o Ismael Rivera. “Hay mucha salsa que la generación de hoy en día no conoce. Para mí eso es como un pecado”. Uno de los productores que trabajó en Cosa nuestra es el hijo de uno de los arreglistas de Frankie Ruiz, y fue él quien le ayudó a hacer el acercamiento para ‘Tú con él’; “Ellos me dieron la bendición, e hicieron el nuevo arreglo desde cero. Fue una de mis canciones más difíciles de grabar porque Frankie tenía un rango vocal increíble, el delivery y el flow”.

Una de las decisiones inteligentes de Cosa nuestra es que Rauw, antes de producir sus propias canciones de salsa, prefirió versionar varios himnos de la salsa, rindiendo tributo y mostrando un respeto absoluto. El intro del álbum reinterpreta el inicio de ‘Qué lío’ de Lavoe y Colón; sin embargo, aquí reescribe la letra, creando su propia versión. “Traté de buscar esas melodías con el soneo de la salsa, tratando de transmitir su sentimiento. Se tiene que sentir muy legit; fue todo un reto para mí, pero lo hicimos muy bien, estoy orgulloso del resultado”.

Fotografías por PABLO COSTANZO @pablocostanzo

Aunque la salsa no necesita ser rescatada por nadie, resulta muy importante que artistas del pop actual la traigan a colación, porque está claro que en las nuevas generaciones no tiene la aceptación y recordación suficientes. En el último Global Citizen, Rauw Alejandro interpretó ‘Tú con él’ y luego del show recibió cientos de mensajes preguntando y otros agradeciendo por la canción. “Se trata también de resaltar la obra maestra y respetarla. Yo no pretendo ser Frankie Ruiz, porque yo soy Rauw Alejandro, pero siento que puedo mezclarme en esa esencia, puedo hacer una buena ejecución y transmitir ese sentimiento que la canción me hacía sentir a mí cuando la escuchaba”.

Cosa nuestra deambula entre ritmos y géneros sin esfuerzo; la fusión es el hilo conductor sonoro y narrativo en medio de canciones que muestran las destrezas y habilidades técnicas y artísticas de Rauw. Contiene trap que aborda temáticas de la calle, los barrios y la cultura urbana; tiene el romanticismo clásico del boricua con varias canciones de pop, R&B y afro beat; “Tiene algunas cosas de electrónica e incluso de country”, asegura. El álbum tiene mucho carácter de Nueva York pasando por la robustez sonora del jazz y el sabor caribeño de la salsa, y por supuesto, el reggaetón. “Es una mezcla de muchas cosas, no solo estéticas, sino también de todos los instrumentos que utilicé en cada canción. Pusimos conga y maracas en el trap”.

Era realmente desafiante que Cosa nuestra no terminara siendo un grupo de canciones aisladas de diferentes géneros, sino que realmente estas pertenecieran a un concepto. “Fue muy difícil porque se quedaron muchos temas por fuera. De las 40 canciones que hice, escogí 18 con las que más me conecté en ese momento”. En este álbum todo parece tener un propósito, desde las transiciones, los matices musicales y la manera genuina y narrativa en que una balada conduce luego a una canción de fiesta. “Ese sentimiento que uno siente cuando sale a la calle a janguear, pero al otro día se levanta un poco reflexivo y arrepentido. Esa es la magia de trabajar los álbumes, su complejidad”. Rauw reconoce con honestidad que le costó bastante trabajo por el grado de dificultad e interpretación. “Complicado sí fue para mí. El álbum yo lo entregué hace unos meses atrás, y de repente he querido cambiar algunas canciones, pero mi mente me decía: ‘Tranquilo muchacho, está bien. Déjalo así’”.

Fotografías por PABLO COSTANZO @pablocostanzo

Entre una centena de éxitos, le pregunto a Rauw sobre los momentos más difíciles durante su carrera, no siempre todo es color de rosa, menos en una industria tan competitiva y mordaz. “En el 2023 pasaron varias cosas personales y del trabajo. Fue una mezcla de muchas cosas”, afirma. “Pero lo que no te mata, te hace más fuerte. Mi familia es muy resiliente, cada adversidad te hace madurar y aprender más. Eso siempre lo uso a mi favor”. Reconoce que los momentos difíciles lo han hecho crecer como ser humano e incluso como artista. “Seguirán viniendo momentos difíciles, pero como digo en Cosa nuestra: ‘Que llegue el siguiente problema, que el de ayer todavía no me ha tumbado’”. 

Mientras hacemos un recorrido sobre sus más grandes logros, Rauw se muestra reflexivo y desprendido del éxito que representa ser una superestrella. “He logrado más de lo que pensé que iba a lograr, Diego”, afirma con certeza, y añade: “Todos queremos éxito, pero yo ahora sobre todo quiero salud, tranquilidad, y que la familia esté bien”. Si bien el intérprete se esfuerza en ser exitoso y producir millones de streams, también está en un momento de su vida en el que trabaja por un propósito que va más allá de la música. “He tenido la sensación de estar más cercano al mundo, a la comunidad”, comenta. “Hice una fundación con mi madre y mi hermana, que se llama Pamara. Tenemos grandes planes para Puerto Rico, porque se empieza desde casa. Quiero, a través del arte, poner mi granito de arena para ayudar al mundo”. Cosa nuestra representa un momento muy valioso en la carrera de Rauw Alejandro, acompañado de grandes colaboraciones que incluyen a Bad Bunny, Pharrell Williams, Romeo Santos y Latin Mafia. El boricua alcanza su cúspide creativa con elegancia y precisión, posicionándose como un artista que trasciende géneros y que tiene las capacidades técnicas, artísticas y culturales para explotar donde se ponga. Por lo pronto, trae uno de los mejores discos del año con pretensiones gigantescas, desafiando sus propios temores y dejando un mensaje clarísimo en la industria del entretenimiento: eso del arte, te atrapa.


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