Héctor Medina sobre protagonizar y coproducir 'Los Frikis'

Cuando el actor cubano hector medina lee el guión de Los Frikissupo enseguida que quería el papel protagonista de Paco. Inicialmente contactado como una especie de consultor para el películaMedina conocía la historia de un grupo de punk rockers de principios de los 90. Cuba quienes, en busca de libertad, se inyectaron deliberadamente el VIH para vivir en un retiro de tratamiento rural administrado por el gobierno y crear su propia utopía.

“Nací en 1989. Fue el año en que cayó el muro socialista y en 1990 comenzó lo que en la historia moderna de Cuba se llama el Período Especial, que es una profunda crisis energética, económica y alimentaria”, explica el actor en entrevista con Cartelera English. Además, estaba prohibido escuchar rock and roll y tener el pelo largo podía ser motivo de arresto, añade. “Entonces los frikis estaban muy marginados. Es una historia que incluso en Cuba es muy poco conocida”.

Escrita y dirigida por los cineastas estadounidenses Tyler Nilson y Michael Schwartz, Los Frikisuna película independiente inspirada en hechos reales, llega esta semana a los cines de Estados Unidos después de recorrer el circuito de festivales, donde ha recibido diversas premios.

Medina, que dejó la isla hace unos ocho años y vive en Miami con su esposa y sus dos hijos, no sólo acabó consiguiendo el papel de sus sueños, sino también un crédito como coproductor gracias a sus aportaciones a la película, que se rodó en República Dominicana (como no se pudo hacer en Cuba).

El película también está protagonizada por Eros de la Puente como Gustavo, el hermano menor de Paco; y Adria Arjona (hija del cantautor guatemalteco Ricardo Arjona) como María, la dulce cuidadora del retiro. El elenco también incluye a Luis Alberto García y Jorge Perugorría, entre otros.

Producida por los ganadores del Premio de la Academia Phil Lord y Christopher Miller, Los Frikis recibió una calificación R de la Motion Picture Association of America por lenguaje, contenido sexual, cierta desnudez gráfica y uso de drogas. Se estrena el viernes 20 de diciembre en Nueva York y Los Ángeles, y el 25 de diciembre en mercados como Atlanta, Boston, Chicago, San Francisco y Miami.

A continuación, Medina detalla su riguroso proceso de transformación física y emocional para darle vida a Paco, el papel que juega la música en la película y la acogida que ha tenido esta obra hasta el momento.

¿Cómo surgió este proyecto?

El proyecto me llegó a través de la productora Rebecca Karch Tomlinson, quien me contactó para hacerme algunas preguntas sobre los diálogos y algunos eventos que suceden en el guión. Era más o menos algo así como una reseña. Por supuesto, leí el guión y quedé totalmente impresionado por cómo dos estadounidenses escribieron un guión sobre Cuba, una historia tan creíble sobre mi país, y cómo querían hacerlo, y también quieren hacerlo. con los cubanos. Y por supuesto, también me enamoré de la historia y de mi personaje, Paco. A partir de ahí dije: “Quiero estar aquí y quiero ser Paco”.

¿Tuviste que hacer una audición para el papel?

Bueno, sí. Me dijeron: “Si quieres ser Paco tienes que luchar como todos y hacer el casting”. Recuerdo que hice la última escena de la película y en cuanto la vieron me llamaron y me dijeron: “¿Estás lista? Tú vas a ser Paco”. A partir de ahí comenzó un proceso muy duro de construcción y transformación de personajes que fue realmente una experiencia muy hermosa, porque Michael y Taylor tienen un método muy particular y muy fuerte para trabajar con los actores y crear esta atmósfera, y llegar al punto en el que estás. No estoy tratando de interpretar al personaje, pero tú son el personaje. Y eso te permite, una vez estás en el set, sentirte seguro, poder improvisar, porque también te dan esa libertad. Es un proceso de trabajo muy sustancial; Hay muchas escenas en la película que no estaban en el guión.

Desapareces completamente en el papel, hasta el punto que al principio de la película te estaba buscando, no te reconocí. ¿Cómo fue tu transformación, física y emocional, en este personaje? Sé que perdiste peso, tienes el mohawk, se te cae un diente en una escena…

Fue un proceso muy intenso y riguroso. Desde el primer día tuve que dejar todo el gluten y el azúcar; Solo tenía agua mineral como recompensa y una comida al día, que era un poquito de pollo y un poquito de espinacas. Incluía entrenamiento intenso, correr y caminar más de cuatro o cinco millas por día. Luego vino el proceso de aprender a tocar música. Mike y Taylor son tan específicos que conocían cada detalle. Por ejemplo, en esa época en Cuba no había guitarras eléctricas americanas, solo había guitarras japonesas, amplificadores rusos, bajos rusos, y las baterías se hacían con lo que se encontraba, a veces hasta cajones, y les enviaban esos tipos específicos de instrumentos. a nosotros para que podamos aprender a tocarlos. Llegamos a un punto en el que incluso empezamos a tocar nuestra propia música, a ponerle letras y a dar conciertos, como en la película.

La música juega un papel fundamental en esta historia, con Paco como guitarrista de su banda de rock. ¿Jugaste antes o tuviste que aprender para la película?

Tocaba la guitarra acústica, pero recordaba como dos o tres acordes que me enseñaron en mi barrio, allá en Cuba, cuando era niño, entonces no lo recordaba muy bien. En otras palabras, trabajar con la guitarra fue lo más difícil para mí, porque además no tengo oído musical, lo admito. Lo que sí tengo es un espíritu de rock and roll y ser audaz. Y también esto (donde) no me gusta rendirme, me gustan los obstáculos y me gusta transformarme y trabajar duro. Me gustan los desafíos.

¿Conocías la historia real de Frikis antes de involucrarte en este proyecto?

Sí, lo sabía vagamente. Nací en 1989. Fue el año en que cayó el muro socialista y en 1990 comenzó lo que en la historia moderna de Cuba se llama el Período Especial, que es una profunda crisis energética, económica y alimentaria. Hubo escasez de todo tipo de productos. Además, también había prohibiciones: escuchar música rock and roll estaba mal visto, y por tener el pelo largo se podía ir a prisión. Entonces, los frikis estaban muy marginados. Es una historia que incluso en Cuba es muy poco conocida.

Tenía un tío que era amante del rock and roll, y cuando era adolescente me llevaba a un lugar que se llamaba Pista Rita, donde tocaban exclusivamente rock and roll. Al ir a esos lugares con él cuando tenía 13, 14 años, pude ver a Nelson, que era como una leyenda urbana que teníamos en ese pueblo, por supuesto con el mohawk con púas, botas negras, tatuajes, una imagen muy transgresora. Y sin embargo, cuando lo conocí bien, recuerdo que me pasó un cigarrillo y tuvo una gran sensación de protección con todos los chicos que estaban allí. Es decir, fomentó mucho ese espíritu de familia, no un espíritu de pandilla, sino la música y el espíritu de familia. No había nada ilícito o ilegal. Era un sentimiento que nos unía a la pasión por la música, por el rock and roll.

Por lo que dices se parece mucho a Paco, ¿no?

Sí. El personaje de Paco no se basa específicamente en un personaje real, sino en varios, como todos los personajes de la película. Paco tiene mucho de Papo La Bala, uno de los líderes y cantantes de la banda de punk rock Eskoria en Cuba, ya fallecido; y mucho de eso tiene de mi parte personal, habiendo conocido a él (Papo La Bala).

¿Qué te hizo decir “este papel tiene que ser mío” cuando leíste el guión?

Primero, la transformación que tuve que sufrir. Segundo, que era un personaje difícil y tenía mucha energía; Yo quería hacer algo así, diferente. Y también, quizás lo más importante, que como artista cubano quería decir muchas cosas que Paco también dice y siente. Sintiendo ese espíritu casi kamikaze de libertad por encima de todo, quería compartirlo. Creo que eso fue lo que más me impulsó.

No sólo eres el actor principal, también estás acreditado como coproductor. ¿Cuál fue su papel en ese sentido?

Creo que lo que más hice fue aportar. O sea, tenía tantas ganas de que esta película se hiciera realidad, tenía tantas ganas de que este sueño se hiciera realidad, que sin darme cuenta comencé a colaborar en el casting, a escribir las letras de las canciones, cambiarlas y un poquito (de ) las escenas. Me involucré mucho. De hecho, incluso diseñé el logo que aparece al principio, el logo de Lord Miller. He hecho tantas cosas. Y me siento tan agradecido y tan bien por haberlo hecho siempre. Cada vez que entro en un proyecto lo doy todo, pero la verdad es que es la primera vez que me reconocen no sólo por hacer mi trabajo como actor. Creo que dice mucho sobre los productores y directores de esta película. Les estoy muy agradecido.

Ahora que Los Frikis llegará a una audiencia más amplia después de su festival, ¿qué esperas que la gente se lleve de él?

Realmente no espero nada. Tengo una sensación muy agradable sobre esta película a través de las diferentes proyecciones a las que hemos asistido. Es un tremendo deleite darse la vuelta y ver las caras de la gente. Creo que no es una película educativa ni que tenga un mensaje verbal específico para las personas, sino más bien una gestión de un conjunto de emociones, un viaje de emociones diversas que al final te remueve el alma y te deja pensando y tal vez haciendo lo que Llamo a la película después de la película. Creo que ese es el mayor logro de esta película. Más importante que un mensaje verbal, es el de una emoción, y se nota.